Nuestra relaciones humanas son una oportunidad para perdonar, pues la mente está constantemente atacando, pero cuando nos damos cuenta de que la mente está unida a todos todo conflicto se acaba. El ser está en todos y muchas veces nos cuesta pasar por alto los conflictos que tenemos pues se deben a una mente separada. Cuando comprendemos que no existe la separación entonces todo cambia. Ahora somos más conscientes de la verdad. Hay muchas oportunidades para perdonar mientras lo hagamos nos damos cuenta de que no hay nada que perdonar, pero para llegar a ese nivel habrá que practicar en la escuela del mundo. Hay miles de millones de personas que aún creen en la separación pues es un sistema muy bien implantado que genera mucho miedo y conflicto, y sufrimiento. La realidad es otra y se han malinterpretado muchas enseñanzas espirituales, pero por fortuna el Amor de Dios nos ha enviado a grandes maestros para reinterpretar estas enseñanzas y volverlas a su originalidad como se concibieron
Detrás de cada pensamiento se esconde algo mucho mayor, pues sin duda pensar surge de manera automática en la mente, pero cuando se trasciende esto está el océano de la conciencia, quieta e inamovible. Así pues es ésta la analogía de la vida, la vida se esconde detrás del cuerpo, la mente y se llega a ella cuando se descubre que es la consciencia misma la que permanece inmutable, y cuando se es consciente las cosas toman sentido e importancia. Todo cambia, porque se retira el centro de atención al cuerpo, a la mente y los pensamientos que van y vienen en el océano de la consciencia. En el silencio se descubre la verdadera naturaleza esencial, lo que somos siempre está ahí, nunca cambia y es permanente y eterna. No existe palabra alguna para definir ese estado. Pero lo cierto es que es lo que nos acompaña siempre en todo momento sin principio ni fin. Muchas veces nos enamoramos de los pensamientos, aún no se porque, pero es como si dependieramos de algo que no nos pertenece, y de ahí su