Como entidades separadas nunca conseguimos mover nada en este mundo. Pero al reconocer la Presencia de la vida en cada uno, las cosas suceden sin esfuerzo. Es que en la vida Todos es Uno. Nada está separado de nada. El mundo que te rodea es uno contigo. Vivimos desde una percepción limitada de los acontecimientos. Vemos muy poco, de lo que hay que ver porque siempre procuramos dar poder al mundo antes de lo que está en el interior. Solemos molestarnos cuando alguien cuestiona tus creencias acerca de algo. No se trata de la molestia en sí, sino de lo que dicha creencia trae consigo. Protegemos con capa y espada nuestras preciadas creencias, pero no son más que conceptos inútiles cuando ya no se les da el mismo aprecio que antes. Es verdad que toda creencias te permite llegar hasta las puertas del Conocimiento, pero no te puede llevar más, porque el último paso lo da Dios. En la vida sucede exactamente igual, no permitimos ser un canal de la Presencia, es más queremos controlar todo l
La dedicación es fruto de la disciplina y la perseverancia, asumimos la responsabilidad solo la de potenciar la vida de los demás a través del conocimiento consciente. Todos tenemos la capacidad de mejorar, cambiando nuestras forma de pensar y lograr un vida mas lograda.