Muchas veces nos perdemos a nosotros mismos, por querer algo de inmediato. Existe esa compulsión por la recompensa. La inmediatez por querer algo crea apego por el solo hecho de disfrutarlo en el momento y un segundo después perderlo. Estamos tan acostumbrados de querer satisfacer las necesidades inmediatas sin querer pasar por caja o pagar el precio completo de la situación que nos atañe. El deseo intenso se origina del pequeño yo. Crea una situación de un bucle sin salida, en donde nos sentimos atrapados por satisfacer el deseo. Llámese de dinero, o sexual, o cualquier recompensa emocional que estamos dispuestos a sacrificar cualquier cosa con tal de llegar a conseguirlo. Esta locura, es por falta de amor propio, falta de autoestima, y el respeto a nuestra propia vida. Las cosas en el mundo no se consiguen deseando de tal manera que me lo den de manera inmediata. Todo deseo aunque sea intenso tiene que procurar el bienestar de los demás para que traiga integridad, paz, amor hacia los
La dedicación es fruto de la disciplina y la perseverancia, asumimos la responsabilidad solo la de potenciar la vida de los demás a través del conocimiento consciente. Todos tenemos la capacidad de mejorar, cambiando nuestras forma de pensar y lograr un vida mas lograda.